FOTOS Y CARTELERÍA HISTÓRICAS DE LA UNIÓN DEPORTIVA, DE PEÑARROYA─ PUEBLONUEVO.

Joaquín Rayego Gutiérrez
Con motivo de un reciente encuentro con nuestro amigo y paisano Cándido Bonilla Fernández traigo a colación a este medio la historia de uno de nuestros más históricos equipos de fútbol: la Unión Deportiva; y de uno de sus más destacados futbolistas: Siro Bonilla García, conocido popularmente con el sobrenombre de “La Pantera”.

El dato ya me lo había referido personalmente, y tras de la barra de su bar, en el sevillano barrio de San Lorenzo, el más exitoso jugador que tuvo la Unión Deportiva: Ovidio Roig Fernández (Peñarroya─ Pueblonuevo, 1918─ Sevilla, 1995), de quien di noticias desde las páginas del Peñarroya C.F, blogspot, con fecha del 14 de enero de 2014.

Ovidio había aterrizado en Sevilla en 1940 con motivo de tener que cumplir el Servicio Militar. En esta ciudad se echó por novia a Pilar, se casó, y tuvo cuatro hijos.

En la temporada 44- 45 fichaba por el Sevilla, Club de Fútbol, donde jugó de defensa, tras haber militado, previamente, en las filas de la Unión Deportiva, y en el Electromecánica C. F.

En una instantánea del Archivo Gelán lo podemos ver formando equipo con la tan celebrada “delantera Stuka”, con la que consiguió un Campeonato de Liga. Allí están los Clemente, Ovidio, Félix, Campanal, Moncho Encinas (entrenador), López, Fernando Guillamón, Araujo, Joaquín Antúnez, Acedo, José María Busto, Juan Arza, Pérez (masajista), Uncilla, Belmonte, Mungui, Alconero, Eguiluz, Pepe Herrera y Diego Villalonga.


De Siro Bonilla García, tío de Emi Bonilla─ celebrado cantante de coplas─, quisiera traer a colación las palabras de su hijo Cándido, jugador que fue del equipo de baloncesto de nuestra localidad:

─ Me hace inmensa ilusión que quieras reunir datos de la vida deportiva, de los amigos, y de las anécdotas referidas a mi padre.

Referente a lo deportivo, y a su trabajo en la mina, pocos datos puedo aportar, debido a las fechas en que transcurren, tan solo unas viejas e históricas fotografías.

La única persona que podía darme esta información fue mi madre, desgraciadamente fallecida.

Sí recuerdo, por algunos comentarios que ella hacía, que los compañeros de equipo admiraban de mi padre su carácter serio y responsable, su gran envergadura y la fuerza con que se empleaba en los despejes, tanto de cabeza como con los pies, por lo que mereció el sobrenombre de " La Pantera ".

En aquel tiempo, como sabes, los campos de fútbol eran de tierra, y la equipación deportiva, que en lo referente a calzado dejaba mucho que desear, se la costeaban los propios futbolistas.

Mi padre, como sabes, era un hombre serio y recto, enemigo de bromas y poco visitador de bares; que su trayecto más común era el de su trabajo a casa, para estar junto a su mujer y a sus hijos. Cómo no sería de formal que un día me llevó al estadio de “Casas Blancas”, para ver al Peñarroya, y nunca más me llevó a ver un partido, al entender que yo no había tenido un buen comportamiento. Vamos, un auténtico “sportman”.

Otra anécdota que viví, referente a lo poco que frecuentó la bebida, fue que un día vino a casa como una cuba; mi madre le tuvo que poner uno de aquellos cubos de zinc para que se desahogara. Por aquél entonces ─ ¿ recuerdas!?─ se celebraba en El Llano un concurso de entibadores, coincidiendo con la festividad de Santa Bárbara ─ competición que durante muchos años ganó Aristarco, el marido de la Irene, que vivía en la calle Leones ─. Terminado el concurso, los mineros iban a tomar unos vinos o unas cervezas, y mi padre, el pobre, cogió una buena “trompa” allí. Tenía una vida tan sencilla, que se podría resumir en cuatro líneas.

Me viene a la memoria la de novelas que habrá leído en el pueblo, y en su última etapa aquí, en Madrid: eran novelas de vaqueros ─ creo que de Marcial Lafuente Estefanía─; la de tiros que habrá pegado, y sobre todo cómo se le veía disfrutar oyendo cantar por la radio a Pepe Marchena, “el maestro de los maestros” del cante. Cómo le gustaba escuchar "Los cuatro muleros", y la milonga de "La Rosa".

Yo me vine a Madrid en el año 69; me siguió mi hermana Nieves unos meses después; y años más tarde mis padres. Fueron muy felices aquí: sobre todo con el nacimiento de sus nietas Mª Amparo y Rocío (que así se llaman mis hijas) y de Mari Carmen, la hija de Nieves, viéndolas crecer, y disfrutando con ellas.

Mi padre estuvo algunos años con oxígeno, debido a su poca capacidad pulmonar, consecuencia de aquellos años que pasó trabajando en la mina.

Un día lo llevamos de urgencias al "Doce de Octubre", con una insuficiencia respiratoria. Falleció allí, en brazos de Pilar, mi mujer, un 28 de octubre de 1984, coincidiendo casi, con la mortal cogida de "Paquirri" en Pozoblanco.

Esto, amigo Joaquín, resumido en pocas líneas, es todo lo que recuerdo de SIRO. Vaya por delante mi más sincero agradecimiento por tu interés.
Siempre tu amigo: CÁNDIDO.

La documentación gráfica que aporta Cándido nos retrotrae a una época inmediatamente anterior a la guerra “incivil”.


Incluso algunos de los integrantes de la Unión Deportiva, ya formaron parte del Sporting Foot Ball Club Peñarroya─ Pueblonuevo (1.918─ 1.936), según datos recogidos de la prensa diaria por Santiago Pando. en un artículo publicado en “InfoGuadiato”, el 27 de enero de 2014.

En el más antiguo de estos programas el partido se celebra un domingo, 7 de abril de 1935, en el campo de fútbol de Casas Blancas; enfrenta al Titán C.F. y a la Unión Deportiva, representada para la ocasión por los Manchón; Calatrava, Siro; Roig, Cecilio, Zamoreta; Martínez, Varón, Haba, Angelito, y una X de “desconocido”.




En un segundo programa se destaca en tipografía de imprenta que el partido se celebrará en el CAMPO RESECO, de la Unión Deportiva; el encuentro está fijado un 5 de enero de 1936, a las 3 en punto de la tarde. Se enfrenta el Córdoba C. F. (considerado en primera categoría de los clubs de la capital), contra la Unión Deportiva (“que alineará a sus mejores elementos”). La publicidad explicita que el Córdoba C. F. “no es un equipo más… sino uno de los que van en cabeza en el Campeonato de la copa del Rácing y con un conjunto de jugadores formidables”, formado por los: Caballero, Martínez, Montero; Decasa, Navajas, Carano; Cobos, Trena, Castro, Jiménez, Maño.

El tercero, tintado en rojo, también resalta, en un mayor tamaño de letra, que el encuentro se celebrará en el CAMPO RESECO, de la Unión Deportiva; tendrá lugar el domingo, 3 de noviembre, a las 3 y media de la tarde. Se subraya que la Unión Deportiva “el equipo que ha vencido a todos los equipos locales, el de más expectación en esta cuenca” se enfrentará al Granja F.C., y que estará representado por los Manchón; Quinín, Siro; Solana, Cecilio, Habas; Utrera, Cano, Pedragosa, Carliche y Carlos. Un paréntesis matiza que “el equipo que presenta Unión Deportiva lo hace solamente a base de sus jugadores y sin refuerzos”; que esto de “reforzar” al equipo con jugadores de la talla de Zamora, era muy habitual.
En el último de los folletos, fechado un 4 de diciembre, festividad de Santa Bárbara, no aparece el año, pero todo apunta a que es el de menor antigüedad.

Bajo el patrocinio de la Hermandad de Santa Bárbara, y en beneficio de las familias más necesitadas del pueblo, el encuentro se celebrará en el Campo de Casas Blancas. Se enfrentaban el Peñarroya─ Pueblonuevo C.F. y una Selección de Veteranos Locales, formada por los Segador, Almena, Matas, Alberto, Turiel, Manchón, Pedragosa, Calatrava, Moreno, Tena, Lolo, Pinocho, Ibáñez, Siro, Caballero, Cano el de la Viuda, Robas, Pérez, Ramón Pata─ Palo, Juan Fernández, Barco, Adrián, Miguel Ríos, Pías.

No me considero un entendido en el deporte; sólo sabría decir que fui testigo del esfuerzo solitario de grandes ciclistas del lugar, en las competiciones de feria; de las paradas de Paquillo, de las chilenas de Parrilla, y de los acrobáticos despejes de Peláez, en los domingos de fútbol; del dominio en anillas de Paño, uno de los pocos atletas que se aventuraba a hacer el Cristo en anillas; de la pasión motera de Luciano y sus amigos; de los vuelos mortales de “Terri”─ Paulino Gutiérrez Ibarra─, conocido popularmente por “El Águila de las Canteras”; del impulso que unos jóvenes dieron a la práctica del baloncesto, con un gran plus de ilusión.

Por todo ello sólo me resta animar a los buenos aficionados para que maticen y rectifiquen cualquier dato que aparezca en este artículo; para que canten con entusiasmo las viejas y nuevas glorias de nuestro deporte local.

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